A partir del siglo 12, la villa de Terrassa era medieval. En el 1856, el ferrocarril llega a la ciudad y pasa a ser una ciudad industrial. La villa se industrializa con máquinas de vapor y fábricas. La familia Freixa, procedente de Olot, era líder textil, en particular de la lana, a mediados del siglo 19 con la revolución industrial. En 1899, los Freixa, compra los terrenos para hacer la fábrica de alpaca en la que tenían la patente. Lluís Muncunill diseñó la nave industrial pero no se puso en funcionamiento. Y la usaron para almacenaje. La fábrica en aquella época se consideraba que estaba a las fueras de Terrassa ya que el centro en aquel entonces era hasta el límite de la rambla. Mientras que ahora está en el lugar mas céntrico posible a 8 minutos de Terrassa Rambla en el parque Sant Jordi.
Un hermano Freixa le compra al otro el terreno de la fábrica ya que se quería hacer un chalet y hacer de él su lugar de residencia para su familia. Lluís Muncunill la diseñó aprovechando la nave que el mismo ya había diseñado. Decide dejar la estructura y añade un doble muro. El edificio tiene inspiración Gaudiana con arte parabólico pero nunca trabajó con Gaudí. Primero se hace la planta baja. En el año 1910 necesitaban más espacio para el servicio. Y Muncunill habilita en la parte central del primer piso la estancia para las criadas que se trasladaron del primer piso de la torreta que subían por unas escaleras sin barandilla a la parte central del edificio.
La escalera sin barandilla que daba a donde residía el servicio |
Habitación a la cual se trasladó al servicio |
En la parte de abajo en el ala derecha tenían lo que era la cocina con una puerta modernista en la que podemos observar rasgos de naturaleza como las mariposas que la adornan.
Puerta modernista con mariposas sobre ella que daba a la cocina |
En la habitación de enfrente se encuentra un calentador modernista de comida muy adelantado para la época. En la actualidad se ubica el sindic de greuges.
Calentador de comida modernista |
En la punta derecha del edificio se encontraba lo que era el comedor. Se observa una raya en el suelo donde había una puerta y una imponente mampara de madera que conocemos gracias a un familiar vivo que vivió allí. El comedor separaba lo que era para comer y el salón para relajarse. Los ventanales llevan puertas correderas por el doble muro y además se dejan ver formas de la naturaleza como buen edificio modernista al igual que sus imponentes puertas curvas.
El comedor donde la raya en el suelo lo separaba con el salón |
No olvidemos que el arte modernista se puede reconocer por estos tres aspectos:
1. La curva y el arco parabólico
2. Artes aplicadas como vitrales o hierros para adornar
3. El uso de los elementos de la naturaleza
Y la Masia Freixa engloba cada una de estas tres características toda ella.
Pasamos a la recepción, parte baja y central del edificio donde se construyó una puerta imponente para la familia que anteriormente entraba por el lateral izquierdo junto a la torre. En aquel entonces se hizo primero un impresionante vestíbulo de grandes dimensiones para recibir a los invitados pero después lo usó el señor Freixa como taller y cerró el vestíbulo para separarlo de la recepción por lo que quedó partido en dos.
La guía nos muestra como era la recepción original antes de partirla para usarla como taller |
En la otra punta de la planta baja a mano izquierda, a la opuesta del comedor, está la sala de la señora. Tenía de banda a banda baños para ella pero no disponía de wc. Ahora la sala de la señora es la oficina modernista de Terrassa.
La sala de la señora |
Lavabos de la sala de la señora |
Ahora nos adentramos a describir el exterior de la masía, Lluís puso incrustaciones de vidrio en las formas curvadas del edificio para brillar bajo el sol y en las noches de luna llena. En el año 1917 la acaban con la torre de 20 metros. La finca llegaba hasta la calle Galileo. También crea una glorieta modernista en los años 20 para la familia en el jardín. En la actualidad, queda, la glorieta y una figura de Sant Jordi y se pierde casi todo el resto del jardín.
La Glorieta original del jardín |
Además los techos del exterior con vidrios esparzidos tampoco se conservan pues se tuvieron que restaurar y pusieron cristales procedentes de una fábrica de Rubí. Ya que quedó totalmente negra con el paso del tiempo.
Techos del exterior desde la habitación del servicio totalmente restaurados. |
Los Freixa viven allí hasta el 36 cuando comienza la guerra civil y marchan de Terrassa y se mudan a Barcelona. Durante la guerra se usa el edificio como escuela y biblioteca. En los años 40 la recuperan y la usan para veranear ya que siguen establecidos en Barcelona. Se hacen reformas hasta el 58 cuando venden la casa. El Ayuntamiento lo compró como conservatorio de música. Se conserva la estructura pero se hicieron reformas y se pierde el interior del edificio. De la valla a la calle Galileo, la familia lo vende a inmobiliarias y se pierde el terreno donde se hacen casas. En el 2011, la masía Freixa comprada por el ayuntamiento se abre de cara al público para dar a conocer su historia.
En la actualidad, la masía es la oficina de turismo de Terrassa que quiere dar a conocer la obra de Muncunill con visitas diarias en su interior a las 12 del mediodía de manera gratuita. Puedes visitarla por tu cuenta sin cita previa pero no podrás acceder a todo el interior. Merece la pena descubrir la historia con el guía que te abrirá los secretos de esta casa. Para pedir cita previa rellena el formulario de la web de la oficina de turismo. No te lo pierdas y recorre las escalinatas y lugares secretos de esa Masía tan desconocida y tan mágica que nada tiene que envidiar a cualquier obra de Gaudí.
Y si quieres conocer más obras de Lluís Muncunill en la ciudad puedes visitar la fábrica modernista, hoy museo de la ciencia con 11000km2. La oficina de turismo también ofrece visitas a la fábrica y rutas modernistas durante todo el año. Contacta con ellos que te informarán muy gustosamente.
Y si quieres conocer la ciudad en todo su esplendor modernista tienes una cita en mayo en la Fira modernista de Terrassa. Donde además de poder visitar lo que te he comentado podréis conocer el Parque de Desinfección donde se llevaba la ropa de los enfermos para desinfectar para mantener a raya las epidemias entre otras muchas rutas por descubrir en Terrassa. Normalmente está cerrado salvo en ocasiones especiales como la fira modernista.
Una ciudad con mucha historia que muchos hemos desconocido por no tener la repercusión que tiene Barcelona por ejemplo, y yo siendo de Rubí tengo delito. Y si vais sin rumbo y queréis conocer otra maravilla modernista no olvidéis de pasaros por la Farmàcia Albiñana otra obra maestra modernista en esta preciosa ciudad.
Y hay otra joya con la que quisera acabar este artículo que no hace referencia al modernismo pero no por ello es menos interesante es el parque de audiovisuales de Terrassa donde estaba antes el antiguo hospital del torax en el que se inundan numerosas leyendas negras e investigaciones paranormales y en la actualidad es el escenario de muchas películas de terror. Yo lo he visitado una vez y como no hay una sin dos, sin duda volveré. Estad atentos que en breve os explicaré los secretos del hospital del torax que no son pocos.